Los hilos tensores están compuestos de materiales biocompatibles y reabsorbibles, como el polidioxanona (PDO), que se utilizan para elevar y tensar la piel. Además, estimulan la producción de colágeno, mejorando la calidad de la piel a lo largo del tiempo.
El procedimiento consiste en la inserción de hilos debajo de la piel mediante agujas finas. Una vez colocados, los hilos generan un efecto lifting inmediato, mientras que, con el tiempo, la estimulación de colágeno refuerza y mejora los resultados de manera natural.
Línea mandibular: Define el contorno de la mandíbula, reduciendo la flacidez.
Mejillas: Eleva y restaura el volumen perdido, dando un aspecto más juvenil.
Cejas: Proporciona un efecto lifting, abriendo la mirada y rejuveneciendo la expresión.
Cuello: Tensa la piel y mejora el aspecto de la papada o líneas horizontales.
Optar por un tratamiento de hilos tensores para el rostro ofrece numerosos beneficios, incluyendo:
Eleva las áreas flácidas del rostro o cuerpo de manera instantánea.
Ayuda a regenerar y fortalecer la piel, mejorando su calidad y textura con el tiempo.
La piel se siente más tensa, firme y rejuvenecida.
Ideal para quienes buscan resultados sin cirugía ni largos tiempos de recuperación. Duración procedimiento: 30 a 60 minutos, dependiendo de las áreas a tratar.
Los cambios son sutiles y se integran naturalmente en tu apariencia.
Los resultados son visibles de manera inmediata, con mejoras continuas durante los meses posteriores debido a la regeneración de colágeno. La duración de los efectos es de aproximadamente 18 y 24 meses, dependiendo del tipo de piel y estilo de vida del paciente.
Los hilos tensores son ideales para personas que buscan mejorar los signos de flacidez y envejecimiento, pero no desean someterse a una cirugía. Es un tratamiento personalizado que se adapta a las necesidades específicas de cada paciente.
